Pulsar el botón de arranque, encender el monitor, servirnos una taza
de café, y ya podemos comenzar a trabajar con el ordenador. Así es más o
menos como la mayoría de nosotros vivimos la experiencia cotidiana de
poner en marcha un ordenador. Pero con una computadora cuántica la
situación es muy diferente. Hasta ahora, los investigadores han tenido
que pasar horas haciendo decenas de ajustes y meticulosas calibraciones
para configurar un chip de apenas cinco bits cuánticos de manera que
pueda ser utilizado para el trabajo experimental. (Un bit cuántico o
"qubit" es el equivalente en la computación cuántica de un bit de la
computación tradicional). Cualquier pequeño error en el procedimiento de
ajuste o calibración hace que el chip no funcione.
El problema es que, de forma parecida a lo que pasa con bastantes
instrumentos musicales, las computadoras cuánticas reaccionan a pequeños
cambios en su entorno. Por ejemplo, si hace un poco más de frío o de
calor que en el día anterior, o la presión atmosférica es un poco mayor o
menor, la compleja red de qubits dejará de funcionar, o sea que la
computadora quedará desajustada y habrá que reajustarla antes de poder
usarla nuevamente. Hasta ahora, los físicos que investigan la
computación cuántica han tenido que observar cada día cómo han cambiado
las condiciones respecto al día anterior y luego volver a medir cada
parámetro y recalibrar cuidadosamente el chip. Sólo es admisible una
diminuta tasa de error de menos del 0,1 por ciento al medir las
condiciones ambientales. Eso significa que sólo puede aparecer un error
en una de cada mil mediciones. Si tan solo dos mediciones de cada mil
son erróneas, el software no será capaz de recuperarse ante los errores y
la computadora cuántica no funcionará correctamente. Con alrededor de
50 parámetros diferentes implicados en el proceso, es fácil darse cuenta
del gran esfuerzo que supone la calibración de una computadora
cuántica.
La situación podría ahora cambiar drásticamente gracias al trabajo
del equipo de Frank Wilhelm-Mauch, de la Universidad de Saarland en
Alemania.
Usando esta nueva técnica, los investigadores han conseguido reducir
la tasa de errores de calibración por debajo del umbral requerido del
0,1 por ciento, y a la vez reducir el tiempo empleado en el proceso de
calibración de seis horas a cinco minutos. El nuevo método ha sido
sometido a rigurosas pruebas por un grupo de físicos de la Universidad
de California en Santa Bárbara, Estados Unidos, y los resultados son
prometedores.
Este desarrollo es de gran importancia para investigaciones futuras en la computación cuántica.
Hasta ahora, varias limitaciones técnicas habían hecho que los
experimentos se realizaran usando un chip de sólo cinco qubits, que
lleva a cabo las operaciones de cálculo reales. El nuevo método, en
cambio, no se limita a chips de esta magnitud y puede ser aplicado a
procesadores cuánticos de casi cualquier tamaño.
El principio fundamental de la computación cuántica es que una
partícula (por ejemplo, un átomo, un electrón o un fotón) puede hallarse
en dos estados de la mecánica cuántica al mismo tiempo. Esto se conoce
como una superposición de estados. En un ordenador convencional, la
información está representada por los bits, con cada bit adoptando el
valor 0 ó el 1. En una computadora cuántica, en cambio, la información
está representada en qubits (bits cuánticos), que pueden asumir
simultáneamente tanto "0" como "1". Cuando una computadora cuántica es
puesta a trabajar sobre un problema, considera todas las respuestas
posibles organizando sus qubits simultáneamente en todas las
combinaciones posibles de "ceros" y "unos". Dado que una secuencia de
qubits puede representar muchos números diferentes, una computadora
cuántica haría muchos menos cálculos que una convencional para
solucionar algunos problemas.
Una arquitectura apta para una computadora cuántica puede basarse en
una unidad de memoria compuesta de átomos cuyos estados cuánticos puedan
ser excitados y manipulados de forma controlada usando luz láser. Eso
permite realizar los cálculos simultáneamente ("en paralelo") en ambas
partes del estado de superposición (0 y 1).
Publicar un comentario