Hemos realizado experimentalmente un objeto que nos permite jugar con
la dirección en la que se propaga una parte de la corriente de calor
gracias a su propiedades cuánticas”. Así resume la investigadora María
José Martínez-Pérez el estudio que ha desarrollado junto a su colega
Francesco Giazotto en el centro NEST de Pisa (Italia). Los resultados se
han publicado recientemente en la revista Nature.
No es
fácil explicar en pocos párrafos la trascendencia del avance, pero “se
trata de una observación extraordinaria en sí misma: la demostración de
un fenómeno que ha impresionado a muchos físicos”, según destaca a SINC
Martínez-Pérez.
La historia comienza en 1965, cuando los físicos
Kazumi Maki y Allan Griffin predijeron que el transporte de calor a
través de un tipo particular de unión –denominada Josephson– entre dos
materiales superconductores podía reflejar consecuencias relevantes de
la física cuántica.
Esa corriente de calor procede de dos fuentes.
La primera son electrones sueltos (cuasipartículas), que trasportan el
calor de una forma ‘lógica’ del lado caliente al frío. La segunda, sin
embargo, es ‘anómala’ y propia de las uniones Josephson. Surge de la
interacción entre las cuasipartículas y pares de electrones juntos
–denominados pares de Cooper–, y, de forma sorprendente, se transmite en
la dirección opuesta al gradiente térmico, es decir, del polo frío al
caliente.
Resulta sorprendente que el 'desordenado' calor sufra las leyes de la física cuántica
Esta segunda componente es precisamente la que han demostrado ahora
los científicos. “Nuestros experimentos demuestran las ‘extrañas’
predicciones de Maki y Griffin, que parecían contradecir toda intuición
al plantear una transmisión de calor del foco frío al caliente, además
de la existencia de fenómenos de coherencia cuántica en la naturaleza
desordenada y caótica del calor”, dice la investigadora.
Se dice
que un conjunto de ondas es ‘coherente’ cuando guardan una relación de
fase durante su propagación, una propiedad que además produce
interferencia –aparecen ondas resultantes de la suma de varias–. En el
marco de la física cuántica, los pares de Cooper se consideran paquetes
de ondas coherentes.
Esta coherencia cuántica es un fenómeno muy
conocido en el transporte de las cargas eléctricas, pero la novedad
ahora es que se demuestra para una propiedad física ‘rara’ como el
calor. “Intuitivamente el calor se entiende como desorden, entropía,
fluctuaciones…, por lo que resulta sorprendente que un observable de
este tipo ‘sufra’ las leyes de la física cuántica”, comenta
Martínez-Pérez.
En el caso eléctrico, la coherencia cuántica se
observa con dispositivos como los interferómetros de corriente o SQUID
(Superconducting QUantum Interference Device). Se trata de un anillo
superconductor dividido en dos semicircunferencias enlazadas por uniones
Josephson. Esta geometría permite a los investigadores observar
interferencia en el transporte de la carga.
Versión térmica de SQUID
Martínez-Pérez
y Giazotto han fabricado la versión térmica de un SQUID para hacer el
estudio: “En nuestro experimento calentamos una de las
semicircunferencias intencionalmente mientras que la otra mitad
permanece a una temperatura menor. Jugando con el campo magnético que
atraviesa el anillo se observa cómo una parte de la corriente de calor
es modulada gracias a su coherencia y cómo, además, se transmite del
foco frío al caliente”.
La científica aclara que esto
“aparentemente contradice el segundo principio de la termodinámica, pero
en realidad no se viola si se considera la entropía total del sistema”.
El
descubrimiento puede derivar en innovadoras líneas de investigación,
como el diseño de nuevos transistores de calor y futuros ‘circuitos
caloritronicos coherentes’, aunque de momento la pareja de científicos
se centra en el estudio del fenómeno en sí, sin enfatizar demasiado sus
posibles aplicaciones.
La investigadora española destaca el
verdadero valor del trabajo: “En un tiempo en el que la mecánica
cuántica ha sido más que demostrada y nadie duda de su potencia para
describir el mundo microscópico, resulta muy hermoso que todavía pueda
seguir sorprendiéndonos”.
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